¿Reforma o ruptura? Una visión desde la Escuela Ibérica del CIT

Imagen del acto público "Lucha internacional contra la austeridad"
17/11/2015, Ángel Morano, SR Barcelona

“Dentro del parlamento, el 80% está a favor de la tasa del agua. Fuera del parlamento, el 80% está en contra. Pero estamos a punto de ganar, de derrotarla. ¿Por qué? Porque estamos organizados, movilizados y tenemos un plan con el que estamos dispuestos a llegar hasta el final”*. Con estas palabras contestaba Paul Murphy** una pregunta del público que hacía referencia a la desmoralización que siente la gente cuando las perspectivas de la izquierda a nivel electoral son realmente decepcionantes e incluso cuando siendo estas muy buenas, como en Grecia, es incapaz de llevar a cabo medidas que mejoran la vida de la mayoría del pueblo trabajador.


El acto público Lucha internacional contra la austeridad en el cual intervinieron Paul Murphy y otros compañeros de diferentes países de Europa estaba encuadrado dentro de la primera Escuela Ibérica del CIT, organizada por las secciones de Portugal y el Estado Español, que reunió en Badalona durante el fin de semana del 17 y 18 de octubre a militantes de diversos países y que trabajaron conjuntamente para dar respuesta, analizar y trazar estrategias de trabajo a las luchas contra la austeridad que atraviesan todo el continente. Comisiones de marcado carácter teórico (El rol de un partido revolucionario o Introducción a la teoría marxista) se encadenaron con comisiones de análisis histórico (La revolución de los claveles o La revolución española). Pero sin duda, fueron las comisiones de análisis de la situación política actual, desde el nivel nacional al internacional las que mayor impacto tuvieron.

Dos fueron los temas que centraron principalmente las discusiones: 1. La necesidad de una alternativa realmente rupturista con el sistema capitalista como única solución para dejar atrás la actual crisis económica, política, nacional y social y 2. Cómo organizarse para llevar a cabo esa transformación social.

La experiencia griega de los últimos meses, así como la conquista de los principales ayuntamientos del Estado español por parte de candidaturas de confluencia de izquierdas, arrojan mucha luz sobre las actuales tareas de la izquierda.

La llegada de partidos antiausteridad a situaciones de gobierno a diferentes niveles ha supuesto una gran ola de esperanza en todos aquellos descontentos con la triste situación de emergencia social en la que nos encontramos. Por primera vez en mucho tiempo, gobiernan los nuestros y sin duda esto ha de representar un alivio a dicha situación de emergencia social. Pero también en diferentes niveles, hemos visto que las dificultades con las que se encuentran estos gobiernos son muchas y que enseguida emergen las contradicciones de sus programas.

El caso de Grecia es sin duda el más significativo: la enorme determinación del pueblo griego fue amargamente traicionada por el gobierno de Tsipras, no por falta de voluntad en su lucha contra la austeridad, sino por la falta de una perspectiva clara de ruptura que le llevo a capitular ante la antiguamente denominada Troika. Ante la pregunta de “¿reformismo o ruptura?” la gran mayoría de líderes de la izquierda responde honestamente RUPTURA. Pero esta cuestión, no es algo abstracto, que se pueda simplemente responder teóricamente, sino que requiere una concreción y vemos que a la hora de la verdad, a la hora de actuar, la falta de fe en un sistema alternativo (socialista por necesidad) les lleva a optar por el camino del REFORMISMO, aceptando una posición de mal menor y posponiendo los cambios importantes para un futuro indeterminado.


¿Qué es una política realmente rupturista y cómo se lleva ésta a cabo? Una política rupturista es aquella que rompe con la situación de bloqueo actual que impide que los gobiernos tomen decisiones que beneficien al 99%. Evidentemente el capitalismo no incluye una cláusula de rescisión a la que uno se pueda acoger cuando no le gusta, lo cual significa que para llevar a cabo una política en beneficio del pueblo trabajador hay que enfrentarse directamente a él, y mientras esa lucha sea únicamente en los despachos de negociación y en las instituciones falsamente democráticas, la clase dominante siempre saldrá ganadora. Es en la calle, mediante la movilización coordinada y sostenida donde la clase trabajadora debe mostrar su fuerza, donde le 99% rebasa claramente al 1% y donde las posibilidades de éxito son mucho mayor.

El pueblo griego mostró su valor y determinación durante años de grandes manifestaciones y huelgas generales y mediante un referéndum con una victoria del OXI aplastante. Pero esa determinación no contó con una dirección política que fuera capaz de canalizarla hacía la ruptura con el capitalismo y el inicio de un nuevo período.

La construcción de organizaciones democráticas de masas en las cuales las clases populares puedan organizarse y dotarse de un plan de movilización sostenido con el claro objetivo de romper con el capitalismo y tomar medidas objetivamente necesarias para beneficio de la mayoría de la gente (rechazo del pago de la deuda, nacionalización de la banca y otros sectores estratégicos de la economía, fiscalidad enormemente progresiva, gran inversión pública y derecho de autodeterminación) es la principal tarea ante la que se encuentra la izquierda actualmente.

*En Irlanda, la movilización y desobediencia civil masiva contra una tasa impuesta por la Troika está a punto de conseguir su retirada

** Paul Murphy es militante del Socialist Party (CIT en Irlanda) y diputado por la Anti-Austerity Alliance